El Ejecutivo de España ha declarado un aumento del 4,4% en el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) para el año 2025, lo cual implica una mejora notable en las remuneraciones de 2,4 millones de empleados. No obstante, este incremento también introduce un cambio: algunos de los beneficiarios del salario mínimo tendrán que empezar a abonar el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), lo que ha causado preocupación y dudas entre la población.
Con esta disposición, el SMI sube de 1.134 euros al mes a 1.184 euros distribuidos en 14 mensualidades, lo que equivale a un aumento de 50 euros mensuales y 700 euros anuales. En términos anuales, sin descontar impuestos, el salario mínimo será ahora de 16.576 euros, superando así el límite de 15.876 euros anuales fijado por el Ministerio de Hacienda para la obligación del pago del IRPF. Esto implica que muchas personas que previamente no pagaban el impuesto ahora deberán contribuir por primera vez.
¿De qué manera incide el incremento del SMI en el IRPF?
¿Cómo afecta el aumento del SMI al pago del IRPF?
El efecto del IRPF depende de las situaciones personales y familiares individuales de cada contribuyente. Por ejemplo, un empleado soltero sin hijos que reciba el SMI tendrá que abonar alrededor de 300 euros al año en concepto de IRPF. En cambio, alguien con pareja y un hijo menor de tres años probablemente continuará exento, gracias a las deducciones personales y familiares establecidas por la ley.
¿Quiénes tendrán que pagar y cuál será el monto?
La cantidad a abonar varía de acuerdo con varios aspectos, tales como la clase de ingresos, el total de ganancias y las condiciones familiares. De acuerdo con las regulaciones actuales, algunos límites de exención para el IRPF son los siguientes:
- Contribuyentes solteros, viudos, divorciados o legalmente separados:
- El límite es de 17.644 euros al año si tienen un hijo, aumentando a 18.694 euros con dos o más hijos.
- Contribuyentes con un cónyuge que no gane más de 1.500 euros por año:
- Sin hijos, el límite es de 17.797 euros; con un hijo, se incrementa a 18.130 euros; y con dos o más hijos, alcanza 19.262 euros.
- Otros casos:
- Si los contribuyentes están casados y su cónyuge tiene ingresos superiores a 1.500 euros, el umbral general es de 15.876 euros, aunque sube a 16.342 euros con un hijo y a 16.867 euros con dos o más hijos.
- Contribuyentes solteros, viudos, divorciados o separados legalmente:
- El umbral es de 17.644 euros anuales si tienen un hijo, y sube a 18.694 euros si tienen dos o más hijos.
- Contribuyentes con cónyuge que no perciba más de 1.500 euros anuales:
- Sin hijos, el piso es de 17.797 euros; con un hijo, sube a 18.130 euros; y con dos o más hijos, llega a 19.262 euros.
- Otros casos:
- Si los contribuyentes están casados y su cónyuge percibe ingresos superiores a 1.500 euros, el umbral general es de 15.876 euros, aunque aumenta a 16.342 euros con un hijo y a 16.867 euros con dos o más hijos.
Cronograma para la declaración del IRPF
Para aquellos obligados a presentar la declaración de la renta, estas son las fechas importantes:
- Envío en línea: Del 2 de abril al 30 de junio de 2025.
- Gestión por teléfono: Solicitudes entre el 29 de abril y el 27 de junio, con declaraciones efectuadas del 6 de mayo al 30 de junio.
- Atención en persona: Desde el 2 hasta el 30 de junio en las oficinas de la Agencia Tributaria, con cita previa solicitada entre el 29 de mayo y el 27 de junio.
- Presentación digital: Desde el 2 de abril hasta el 30 de junio de 2025.
- Tramitación telefónica: Solicitudes del 29 de abril al 27 de junio, con declaraciones realizadas entre el 6 de mayo y el 30 de junio.
- Atención presencial: Desde el 2 hasta el 30 de junio en las oficinas de la Agencia Tributaria, previa cita solicitada entre el 29 de mayo y el 27 de junio.
Aunque el incremento del SMI ha sido celebrado por muchos, la imposición de tributar el IRPF ha suscitado críticas, particularmente entre los grupos de trabajadores más vulnerables. Algunos especialistas han destacado que el Gobierno debería haber recalibrado los límites de exención para impedir que quienes perciben el salario mínimo enfrenten una nueva carga fiscal, que podría disminuir el efecto positivo del aumento salarial.
Aunque el aumento del SMI ha sido bien recibido por la mayoría, la obligación de tributar el IRPF ha generado críticas, especialmente entre los colectivos de trabajadores más vulnerables. Algunos expertos han señalado que el Gobierno debería haber ajustado los umbrales de exención para evitar que los perceptores del salario mínimo carguen con una nueva obligación fiscal que podría reducir el impacto positivo del incremento salarial.
Por otro lado, el Ejecutivo ha defendido la medida como un paso hacia una mayor equidad fiscal, argumentando que quienes más ganan, aunque sea en el contexto del SMI, deben contribuir al sistema tributario.
En cualquier caso, este cambio refleja cómo las políticas salariales están evolucionando en España, marcando un nuevo capítulo en la relación entre el salario mínimo y la tributación. Los próximos meses serán clave para evaluar cómo esta medida afecta a los trabajadores y si el Gobierno realiza ajustes adicionales en respuesta a las preocupaciones expresadas por los ciudadanos.