Como el replicante moribundo es Cazarecompensas, eco hace menos de un tiempo, que no lo creería, en el que pude ingresar las entradas de mi computadora y escribir comandos que me obedecen con precisión predecible. Sistemas operativos que no están actualizados en ese momento, o empresas que venden una licencia de un programa que no dejó de funcionar en el momento en que sus ejecutivos decidieron que sería mejor recibirlo mediante suscripción. Fueron necesarios años para vivir como un trauma la llegada de Windows 3.1, con sus ventanas absurdas y sus dobles clics, y sobrevivir al fin de las actualizaciones desactivadas que se reactivaban como molestos fantasmas.
Ayer, las pantallas del mundo se volvieron azules. una actualización de un Software La seguridad de los usuarios no sabía que habían negociado si lo cargaban en sus terminales, se autoejecutaba y, como un virus de años anteriores, su método en un agujero de reinicio desesperado colgaba el acceso a sus terminales, a su información y, en definitiva, a la herramienta con quienes trabajan, prestan servicios y viven. Esta «falla» ha afectado a miles y miles de entidades y detalles en todo el mundo, incluidas infraestructuras críticas como aeropuertos y bancos, y el hecho de que el nuevo mundo hace que nuestro mundo dependa de alguien que escriba códigos incorrectos, de empresas que no revisan. ese código tampoco piratas informáticos Sabemos que las vulnerabilidades se encuentran en esas actualizaciones inofensivas que se cargan como armas de destrucción masivas en los organizadores de todo el mundo.
Como era de esperarse, los competidores de la empresa afectada aparecieron mordiendo los restos de su cadáver. Éste no pasa de largo, dicen, pase lo que pase. Como todos los demás. Porque es un error sistemático de fabricación. Software que encuentres tus carreras en los tiempos antiguos de esta industria. Como hemos observado en todos los mercados tecnológicos en sus orígenes, la regulación ha sido y sigue siendo inconsistente, porque la innovación es la nueva religión y los juristas se han bañado en lo que nos parece todo malo. La única manera de que la informática prospere, usted decide y dice, es permitir que los desarrolladores no sean responsables de cómo funcionan los programas que ejecutan. No funcionan. La calidad, seguridad y confiabilidad del Software son menos importantes que eldorado de la innovación prometida. No es posible medir la presión de trabajar bien sobre los creadores del mundo futuro, por lo que se les impidió desperdiciar su salvación, ¡ay!, en nosotros. Además, dado que el cliente pudo parametrizar el programa, el proveedor no puede estar seguro del funcionamiento de la mano de obra ni ser responsable de sus resultados.
Este mantra desarrollado por las empresas de Software para desenrollarlo todo, llegar tan lejos como lo haga Software es el único producto del mercado que se vende sin garantía y con exención de responsabilidad por los daños que cause. Pero no es necesario completar la función para obtener la licencia. Si conoce la cláusula «tal cual» y supone que instala un programa tal como está, usted es responsable, y si no funciona, quejarse al maestro armero. Durante el mundo de Software Ha evolucionado desde el CD hasta los guiones que se autorrealizan de modo que no se puede hacer nada al respecto, este principio permanece inmutable. Todos los intentos judiciales que han tenido lugar en EE UU para restablecer esta situación han acabado en fracaso.
Hay, eso sí, pequeños movimientos alrededor del Software inclusión en dispositivos médicos; porque, si ya al cliente le resulta complicado poder controlar su PC, también le resulta más complicado al paciente tomar una decisión sobre la seguridad de lo que se le implantará. Aun así, incluso en entornos donde la vida humana puede estar en peligro, las empresas de desarrollo se resisten a aceptar el hecho de que se esté admitiendo algún tipo de responsabilidad. Todos nosotros (usuarios, empresarios, reguladores) ignoramos al elefante en el hábitat y nos culpamos por el hecho de que le quiten la tierra de la casa por no haber sido auditada por su administrador de elefantes, por muy pesados que sean los elefantes.
La UE y EE UU no pueden imponer obligaciones sancionables a las empresas para que no controlen su cadencia de administraciones cuando los directores no hacen bien su trabajo porque carecen de incentivos para hacerlo. Ni la empresa más diligente, ni la que tiene más controles, puede protegerse de una desgracia Software. Sólo cuando se debe la responsabilidad Software tumbe a una empresa desarrolladora dejarán de tumbar el mundo.
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