Explosión de infecciones de transmisión sexual: “Si se ha normalizado salir de fiesta y tener sexo sin condón con desconocidos” | Sociedad

Explosión de infecciones de transmisión sexual: “Si se ha normalizado salir de fiesta y tener sexo sin condón con desconocidos” |  Sociedad

Las infecciones de transmisión sexual (ITS) están muy extendidas en España. La gonorrea, la sífilis y la clamidia han registrado el pico más alto en las últimas tres décadas. Así se recoge Informa de Vigilancia Epidemiológica de las Infecciones de Transmisión Sexual del 2022, publicado a finales de este año 2024 y desarrollado por el Ministerio de Sanidad y el Instituto de Salud Carlos III. Los peritos por tanto suelen referirse con mayor frecuencia al uso de la doctrina conservadora y los testimonios medios la corroboran. “Me ha pasado tantas veces que no quiero plantearme la condena que ha replantado mi fe en el ser humano. Incluso, a veces, si renuncian sin consentimiento”, señala un joven de 22 años, que prefiere no ser identificado, como la mayoría de las voces denunciadas.

La información revela que los hombres se ven más afectados por todas las infecciones de transmisión sexual que las mujeres, aunque el aumento es común en ambos sexos. El período de edad comprendido entre 25 y 34 años tiene el mayor número de casos presentes en las tres infecciones venéreas mencionadas.

La gonorrea registra un gran aumento, con 23.333 casos notificados en 2022, y duplica las cifras de 2020. La clamidia también aumenta hasta los 26.518 contagios contabilizados, lo que supone un incremento del 266% respecto a 2016. Y los 734 casos de sífilis registrados en 2002 aumentó en número de décadas a 8.141. Una cifra que pone de relieve el objetivo del Ministerio de Sanidad de eliminar el VIH y las infecciones de transmisión sexual como problemas de salud pública en 2030, reconocido en el Plan Estratégico para la Prevención y Control del VIH y las ITS en España.

“A los 23 años me detectaron una infección de transmisión sexual. Rompe con mi pareja, que tomaba pastillas anticonceptivas, y sois una de esas relaciones sin condón por decisión mutua”, dice un joven valenciano de 25 años. En su caso, las relaciones se limitan a «alcohol y drogas» por parte del intermediario. La infección supone “un punto de inflexión” en su vida para recuperar la conciencia, ya que los médicos llevan más de un año tratando las verrugas que provocaron la infección. Aunque se recuperó, recibía una revisión médica cada seis meses.

Prácticas de riesgo como no utilizar conservantes son habituales entre la población más joven. Más de la mitad de las personas entre 15 y 29 años han tenido conductas de riesgo en algún momento de los últimos seis meses y el 19% lo han hecho con mucha frecuencia, según el barómetro Juventus, salud y felicidad 2023, desarrollado por la Fundación Fad Juventud. Además, el 27,7% asegura que la compensación tendrá este tipo de relación íntima.

Deseo de género

Cristina Epalza, infectóloga pediatra del hospital 12 de Octubre de Madrid, señaló durante su consulta que algunos adolescentes tienen dificultades para poner barreras cuando mantienen relaciones con personas de su entorno. “Si te encuentras con un extraño en la calle y niños que están siendo agredidos sexualmente, debes saber que no hay consentimiento. Estas cosas te empiezan a complicar la cabeza cuando conoces a la otra persona, pero te ves obligado a superar tus límites”, razona.

Desde el inicio del reportaje, el joven de 22 años asegura que la mayoría de las chicas que conoce se han sentido atentas en sus relaciones sexuales “hasta el punto de tener que ceder”. Sara, una valenciana de 25 años que prefiere no hacer más fácil su nombre, coincide. «Se encuentra con alguien una noche y, si le dice que se abre el conservante o que no se quita, acepta no usarlo porque piensa que por una vez no pasará nada», explica.

No saber mantener relaciones sexuales es una posible consecuencia del deseo de género, según la subdirectora de la Federación Sedra-Planificación Familiar, Raquel Hurtado, quien trabaja con jóvenes en grandes grupos y espacios de atención individualizada. Los hombres se encuentran en una posición de poder frente a las mujeres. Ellas, en ocasiones, no sabe poner límites porque “no quieren defraudar, no temen una broma o se sienten culpables”. Más de una vez escuchó una frase que refleja este deseo: «Algo habré hecho yo para que hayamos llegado hasta ahí».

Baja percepción de riesgo

En la edad de mayor incidencia de gonorrea, sífilis y clamidia, entre los 25 y los 34 años, existe una sensación de inmunidad. Epalza insiste en que es algo propio de una etapa de la vida en la que no es tan consciente de los riesgos. Una visión de lo que coincide con Hurtado, quien cree que «hay una desesperación generalizada porque piensan que los contagios están controlados y el VIH ya no ocupa las puertas ni las grandes campañas».

La representante del sexo sano en Cruz Roja Española, Cristina Ferrero Camacho, considera que la cronificación de determinadas infecciones como el VIH ha bajado la guardia entre la población más joven. En un escritorio de la Ciudad Universitaria de Madrid, dos chicas de 19 años conversaron sobre la relación de su generación con el uso de conservantes:

—Si has perdido un poco el respeto en el tema del sexo, parece que lo normal es hacerlo sin condón.

—El mayor misterio es la vergüenza, pero como es la pastilla del día después, piensa que nada puede pasar por ti. Si se ha normalizado salir de la fiesta, mantén relaciones sexuales con alguien que no conozcas y hazlo sin precaución.

—Igualmente el momento, no condón y igualmente acabas haciendo.

Las infecciones venéreas con diagnóstico tardío o sin tratamiento pueden provocar infertilidad, incluso en casos asintomáticos. Por ejemplo, el cáncer o las verrugas, y en el caso de las mujeres que contraen sífilis y si les da vergüenza, esto se puede transmitir al feto. En el caso de que el VIH se contrarreste y se manifieste lateralmente, las consecuencias pueden ser fatales si no se controla a tiempo.

Algunos jóvenes vincularon la petición sobre el uso del conservante a un síntoma de desconfianza, argumento que Hurtado contrarrestó: “Puedes confiar en mí, pero cuando acuestas conmigo, acuestas también con toda mi historia erótica”. Además, te aconsejo sobre los mitos del amor romántico, que siguen muy presentes en las relaciones sexuales. La directora de investigación de Fad Juventud, Anna Sanmartín, explica que, en muchas ocasiones, en los callejones de cuadras «entra en juego la lógica de la confianza para abandonar el uso de medicamentos protectores».

Influencia de la pornografía

Entre los diversos factores que explican el aumento de las infecciones de transmisión sexual, el sexólogo José Luis García denuncia la hipersexualización de la sociedad y la influencia de la pornografía, donde «la amnistía es invisible». «El porno es el referente educativo en materia sexual de la mayoría de los menos y el mensaje que se transmite es el de mantener relaciones con las pieles, es el mejor», espeta. Hurtado aboga por erotizar el uso del conservante y conectar la prevención con el bien y con el placer.

La educación sexual en las escuelas, que se limita en algunas ocasiones a enseñar cuánto cuesta un condón y cómo colocarlo, es insuficiente. Según lo considera Sanmartín, para quienes necesitan “dar otras herramientas integrales”. El Dr. Epalza reitera que “se debe respetar en todos los aspectos la salud mental y corporal y el consentimiento”.

La ley sexual y reproductiva, cuya reforma fue aprobada en febrero de 2023, incide en la mejora de la educación sexual en los centros educativos y menciona explícitamente la prevención de enfermedades e infecciones venéreas. “Hay que afrontar este supuesto desde pequeño, igual que la comida sana”, afirma Epalza.

Visitar el hospital para una prueba puede requerir una barrera debido al estigma que existe en torno a las infecciones de transmisión sexual. Es por él que el Ministerio de Sanidad pretende implantarlo Las pantallas son automáticas para que las personas que dudan de un posible contagio aceleren el proceso, es decir, que en el lugar donde están ubicados dos veces en el centro, una para contar sus sospechas y otra para que el tomen las muestre, puedan directamente escucha la máscara desde allí casa. Epalza también recuerda que la ley reconoce el concepto de menos duro, por este motivo, A partir de los 12 años, el profesional de la salud debe evaluar las fortalezas del paciente para poder afrontar una situación concreta de forma autónoma, sin validación de sus progenitores, siempre teniendo en cuenta el mayor beneficio para el adolescente.

El coste de los conservantes es otro de los temas sobre los que discuten algunos de los jóvenes entrevistados. Fernando, un madrileño de 20 años, explica que tiene amigos que, «por querer ahorrarse dinero», no los utilizan. El médico ofrece un mayor número de puntos de dispensación gratuitos. En Francia, pueden acogerse a esta iniciativa las personas de entre 18 y 25 años.

La idea de que el conservante moleste o el resto de la satisfacción es muy seca. Alberto, de 33 años, reconoce que ha mantenido relaciones sexuales sin protección durante mucho tiempo por una cuestión de posicionamiento, postura que coincide con la mayoría de los entrevistados. Eliminando así la principal barrera para prevenir la transmisión de infecciones de transmisión sexual. El médico aconseja: “Nadie se puso el cinturón de seguridad en su asiento porque le resulta más cómodo, lo pone porque sabe que está disfrutando de la vida”.

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By Francis Gonzalez

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