El Juzgado de Primera Instancia número uno de Santiago de Compostela condenó a una agente de seguros, Segurcaixa Adeslas, a pagar 13 millones de euros, intereses incluidos, a una familia por “negligencia médica” en un parto. Así se lo informó el abad de la familia, Cipriano Castreje, que se hizo cargo del caso, y así lo reconoce la sentencia, después de que el bebé sufriés “severos daños al nacer, por mala praxis”, siguiera la letra. Contra la sentencia recursiva cabe.
El abad criticó la posición de la aseguradora entre este fracaso y otros tres anteriores, uno de ellos para reconocer al niño con una discapacidad del 100%. “No dio ni un euro desde el nacimiento del bebé”, le reprocho, dejando constancia de que cada día se les paga en interés de otros “2.958 euros”.
Estos se remontan a 2015, cuando la madre intentó dar a luz en el hospital privado Rosaleda de Santiago de Compostela donde, tras romperse el incentivo al parto y la intención del parto natural, “tras un retraso en la necesaria intervención quirúrgica”, observa la carta sobre el contenido del falo, si produce “una hipoxia intraparto”.
“Si bien el registro cardiotocográfico alertaba de hipoxia, y en algunos momentos llegó a ser nefasta, nadie se dio cuenta”, señaló el abogado, quien agregó que, “como consecuencia del retroceso en la práctica de un cesárea que fue indicada hace mucho tiempo, el niño nació con parálisis cerebral espástica, ceguera absoluta, epilepsia, sordera, recaída mental y múltiples discapacidades graves”.
Esto, explica Castreje, “provocó un hándicap reconocido al 100% por otra sentencia del juez de número social de Santiago de Compostela, que revocó la decisión administrativa de conceder, inicialmente, un hándicap del 67%”. Por otro lado, recuerda que la indemnización de 13 millones reconocida “es la más alta concedida hasta el final en España por un caso de esta naturaleza”.
El paciente que nació fue trasladado al Hospital Clínico Universitario de Santiago ante la situación y para señalar la situación actual de pérdida de autonomía y los cuidados necesarios, entre otros temas. También informa que la aseguradora conoce las “negligencias médicas” desde el momento en que se producen los errores, porque su “inacción” “no está justificada”.